Ante la grave escasez hídrica y sequía más de 70 organizaciones a lo largo y ancho del país se están coordinando para realizar una nueva Marcha Azul, que defienda el agua y la vida. La movilización de este año es la segunda que se organiza -la primera fue el 2013-, y responde a un proceso que se inició el 22 de marzo, el Día Mundial del Agua y que concluye el próximo 26 de abril en la conmemoración del Día Mundial de la Tierra. Las comunidades y organizaciones demandan siete puntos para cambiar la administración del agua, pero sobre todo la forma de entender este elemento vital.
Hace un año diversas organizaciones se congregaron para exigirle al gobierno un profundo cambio en la administración del agua, ya que la actual forma de comprender este elemento vital está causando sequía, escasez hídrica, contaminación y sobre explotación de un bien común que las comunidades y la gente en sus territorios ve cómo ha disminuido producto de la extracción para la industria minera, forestal, energética y agroalimentaria.
El año 2013, en la Primera Movilización por la Recuperación y Defensa del Agua se reunieron más de diez mil personas en Santiago. La caminata comenzó el día anterior desde los territorios y las organizaciones se fueron sumando a la marcha paulatinamente. Tras el descanso de la larga y calurosa caminata, entraron a Santiago el 22 de abril de 2013 y se congregaron el Bandejón Central de la Alameda, a la altura de la Estación del Metro Los Héroes, donde se realizó un ritual para conmemorar las aguas y fortalecer la lucha por su defensa y recuperación.
Para esta nueva Marcha Azul en defensa del agua y la vida que se realizará este sábado 26 de abril 2014, se convoca a reunirse en cuatro caravanas que se congregarán en el Parque Almagro. Allí se realizará una feria donde las organizaciones sociales y comunidades podrán mostrar sus luchas y un acto artístico – cultural donde se está invitando a importantes artistas que están comprometidos con la defensa del agua y la vida. Además, se entregará información de los territorios en voz de sus protagonistas
Que no se lo cuenten
A las 10:30 hrs desde el norte la reunión será en la Plaza Chacabuco; desde el sur en la Estación del Metro El Llano; desde la Cordillera en la Estación del Metro Los Leones; desde el mar en la Estación del Metro Las Rejas; y a las 14 hrs se iniciará el acto artístico en el Parque Almagro.
Desde la coordinación que se está realizando en Santiago para la marcha, se llama a las organizaciones que quieran participar de esta iniciativa azul a sumarse a las reuniones que periódicamente se están haciendo. Así mismo, quienes quieran poner un stand en la feria del Parque Almagro se los invita a que se comuniquen para coordinar la infraestructura necesaria (verogonzalez27@gmail.com).
Si el río suena…
Para dar inicio al proceso de construcción de la movilización, el 22 de marzo, en el Día Mundial del Agua, se realizaron nutridas caravanas que avanzaron por el Valle del Huasco, llevando agua de mar desde el puerto y Freirina para ofrendarla a los vecinos de la alta cordillera. En Serena se desarrollaron dos jornadas callejeras de creación e información. En el sur, el agua del Río Curacautín selló la unión de mapuche y chilenos que comparten ese territorio amenazado. Arte y música florecieron en el terminal de buses de Molina (Maule), y una masiva movilización en defensa del Río Ñuble se desarrolló en San Carlos. En Santiago y Valparaíso la lucha por el agua se hizo presente en la Marcha de Todas las Marchas, ganándose un espacio entre la enorme diversidad de causas que movilizaron a los y las ciudadanos en defensa de los derechos arrasados. En Arica, La Serena, Isla Negra, Melipilla, Paine y Coyhaique hubo marchas y/o actividades de difusión sobre el agua como un derecho. Más información aquí.
Convocatoria y petitorio para pintar de azul las anchas alamedas
Somos organizaciones y comunidades que hace años venimos viendo disminuir nuestros ríos, morir nuestros cultivos, enfermar nuestros hijos, contaminar nuestras aguas; hace años venimos cambiando nuestras culturas para adaptarnos a la escasez de agua, pero nuestros esfuerzos no han mejorado la situación y todo es cada día más dramático.
Por eso hemos salido a buscar agua y nos hemos encontrado con otros y otras que, hace más o menos tiempo, vienen denunciando a autoridades sordas y medios de comunicación obsecuentes, la misma realidad. Entonces hemos descubierto que en Chile hay agua, pero que la muralla que la separa de nosotros se llama lucro y que se construye con el Código de Aguas, la Constitución, los acuerdos internacionales como el Tratado Binacional Minero, pero fundamentalmente con la imposición de una cultura que ve como normal que el agua que cae del cielo, tenga dueños.
Esta muralla está secando nuestras cuencas, está devastando los ciclos hídricos que han sostenido nuestros valles por siglos, está sembrando la muerte en nuestros territorios y debe ser derrumbada ahora.
El Código de Aguas de 1981 transformó el agua en propiedad privada, bajo las garantías constitucionales del artículo 19, nº 24, esas que otorgan al derecho de propiedad prácticamente el mismo status que el derecho a la vida. Este Código separó el agua de la tierra; le confirió al Estado la facultad de conceder derechos de aprovechamiento de aguas de forma gratuita y a perpetuidad a los privados, permitiendo que esos derechos se pudieran comprar, vender o arrendar, sin tomar en consideración prioridades de uso. De manera que hoy la mayoría del agua de todos y todas, la utiliza, y peor aún, la posee, un grupo de empresarios que la vende a quien mejor paga, o sea, a grandes grupos económicos extractivistas que necesitan agua para llevarse nuestros bosques, nuestros peces, nuestros suelos, nuestros minerales y nuestras aguas. Con esto, los niveles de concentración de propiedad se han vuelto escandalosos: El Código creó dos categorías de derechos de aprovechamiento de aguas: consuntivas y no consuntivas. Los derechos consuntivos (no devuelven un caudal al río) se encuentran fundamentalmente en manos de empresas mineras y agroexportadoras, mientras que más de un 80% de los derechos de aprovechamiento de aguas no consuntivos (devuelven un caudal al río) se encuentra en manos de la transnacional ENDESA.
El Tratado Binacional Minero, en tanto, suscrito en 1997 y ratificado en el 2001, entrega las nacientes de todas nuestras cuencas, donde se encuentran los ecosistemas glaciares, a las transnacionales mineras, dando muestras de que a quienes gobiernan no les importa el cuidado de los ecosistemas, la preservación de nuestra vida, ni la defensa de los bienes comunes.
En esta misma línea, de crear leyes para la muerte, se inscriben otras medidas que amenazan el acceso al agua en cantidad y calidad a todas las comunidades y ecosistemas. Siguiendo los Consejos del Banco Mundial, en el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, se inició la venta y entrega en concesión a privados de las empresas sanitarias, es decir, del agua potable. SMAPA, de Maipú, es la única sanitaria de Chile que aún mantiene una gestión municipal por presión de las y los vecinos. La privatización de las empresas sanitarias fue un buen y suculento negocio, sólo el año 2011 Aguas Andinas obtuvo en utilidades el equivalente a 111 mil millones de pesos, que entre todos y todas pagamos para tener acceso a lo que la naturaleza nos regala.
En Chile la privatización de las aguas, la institucionalidad creada para maquillar el saqueo descarado del que somos víctimas, y la prevalencia del mercado como rector de las aguas, simplemente han hipotecado la vida de las mayorías, provocando además daños ecológicos irreparables. Hay que romper la muralla del lucro para que las aguas puedan otra vez correr libres por nuestros valles y alimentar la vida, no los bolsillos insaciables de esta cultura de muerte. Esa es la convicción que nos hace caminar desde el norte y sur hacia Santiago, para que junto a las comunidades de la Región Metropolitana, demos una señal de alerta a las autoridades y a los inversionistas, pero sobre todo, motivemos el despertar en otros y otras que aún no han hecho consciente que sin agua no hay vida y que el agua que queda debemos recuperarla y defenderla antes de que sea demasiado tarde.
Por eso este 26 de abril, otra vez nos volcamos a las calles, en 4 columnas y un acto central, para exigir:
1. Fin al lucro: El agua es un bien común, y tal como Chile reconoció en Naciones Unidas, es un derecho humano básico, y debe ser consagrado como tal en nuestra Constitución, dejando de este modo de ser una mercancía regulada por el mercado.
2. Propiedad colectiva: El agua es de la vida y de todos los seres que de ella dependen, por lo tanto, el rol del Estado no es asignarla en propiedad, sino que garantizar, bajo una lógica territorial, una gestión democrática, racional, equitativa y eficiente del agua. Para ello, es vital incorporar prioridades de uso, de manera que el uso asociado a agua para bebida, servicios sanitarios e higiénicos, producción de alimentos y mantención de los ecosistemas, tenga preferencia por sobre otras actividades productivas. Del mismo modo, se debe recuperar el control público sobre el abastecimiento y saneamiento del agua de bebida para la población.
3. Gestión comunitaria: Los pueblos tenemos el derecho a determinar los modos de vivir que deseamos. Decidir colectivamente los usos y cuidados que queremos darle a nuestras aguas es vital para viabilizar los proyectos locales y definir la cultura que debemos generar para que sean posibles. Por lo tanto, se hace urgente establecer una moratoria al centralista modelo de desarrollo minero, forestal, energético y agroalimentario que se ha impuesto en nuestros territorios, de modo de evaluar entre todos y todas, seria y rigurosamente los costos y beneficios que este ha traído a las regiones, el país y el planeta.
4. Derogación de los instrumentos privatizadores: El agua y la tierra son indivisibles, tal como lo comprenden todas las cosmovisiones campesinas e indígenas, por lo tanto, se deben derogar todos los instrumentos que fracturan este principio elemental, como el Código de Aguas y el Tratado Binacional Minero, de modo que el agua deje de ser un derecho empresarial inalienable, contra la vida y la sustentabilidad de las comunidades y los ecosistemas.
5. Leyes para la vida: Debemos dictar con urgencia una ley que proteja los ambientes fragilizados, en especial los ecosistemas glaciares y periglaciares, para preservar las nacientes de nuestras cuencas y la continuidad y sustentabilidad de los flujos hídricos.
6. Restructuración institucional: Es imprescindible que la institucionalidad, especialmente la Dirección General de Aguas, detenga sus conductas criminales, entregando más derechos de agua de lo que las cuencas pueden recargar, y resolviendo cuestiones técnicas en virtud de criterios político económicos. La institucionalidad que regule las aguas, no puede ser una pantalla democrática del saqueo, debe desburocratizarse ahora, estar al servicio de las comunidades y tener facultades y competencias para garantizar el buen uso de las aguas.
7. Fin a la criminalización de la protesta social: Las comunidades y organizaciones que hemos evidenciado las consecuencias del extractivismo y nos movilizamos para frenar la crisis hídrica antes de que sea irrecuperable, nos hemos visto caricaturizadas mediáticamente, asediadas judicialmente, encarceladas sin cargos, en fin criminalizadas de diversas formas para ocultar a los verdaderos culpables de la precariedad impresentable en la que vivimos. Estas prácticas, entre las que se incluyen los intentos parlamentarios de la ley Hinzpeter, la vigencia de la ley antiterrorista y la discrecionalidad con la que operan las autoridades a favor de las empresas, debe pararse ahora.
El agua nos invita a despertar ¡34 años de gestión privada del agua están secando al país! Movilizarse, informarse, tomar conciencia, hacerse oír, derrumbar el muro del lucro que ha represado aguas, culturas, identidades y miles de vidas en nuestro país; es un imperativo moral. Todas y todos quienes amamos la vida, debemos hacernos cargo.
¡El agua nos despierta! Desde las 10:30 de la mañana este sábado 26 de abril en Santiago… Cuatro columnas avanzan hacia la Moneda (metro los leones, metro departamental, metro las rejas, plaza Chacabuco) para reunirnos en un acto cultural en el Parque Almagro, desde las 14:00 hasta las 18:30 horas.