En esta nueva catástrofe natural que vive el norte de Chile, específicamente en Antofagasta y las zonas andinas de la región de Atacama, se ha ocultado la tóxica presencia de relaves mineros que muy probablemente estarían colapsados.
Esto sería el peor desastre ambiental que estaría viviendo el país en torno a desechos mineros con alto concentrado de metales pesados como mercurio, arsénico y otros químicos mortales para la vida. Ellos podrían estar mezclados con el agua pura que bajó rauda por las huellas de los ríos.
La noche del miércoles 25 de marzo, a horas de que la catástrofe se iniciara, por redes sociales comenzaron a surgir denuncias sobre el estado de los tranques de relave mineros que estaban en los alrededores de las zonas inundadas.
Fue a través de Radio Copiapó que se confirmó el colapso del relave minero en el sector Paipote o Tierra Amarilla debido al temporal de lluvias que ha vivido el norte de Chile. También se informó a través de las redes sociales el posible colapso de las faenas mineras de Farellones y Aguas Claras en la zona central.
La diputada Karla Rubilar publicó en su cuenta de Twitter en la madrugada del jueves 26: “A modo de prevención y a la espera de información oficial de estado de relaves mineros, llamado es a consumir sólo agua envasada”.
Acto seguido, la Ministra de Minería, Aurora Williams, ex funcionaria de Luksic, se apuró en decir que hasta la noche del jueves no se registraban “daños relevantes en las faenas mineras grandes y medianas, de la zona norte del país afectada, y se ha mantenido información puntual de diferentes empresas mineras que manifiestan no tener problemas mayores, sólo paralizaciones preventivas”.
Pero sus palabras no se sustentaban en ningún informe concreto. Por eso, los parlamentarios Baldo Prokurica y Francisco Chahuán pidieron a Williams un informe respecto de la situación en que se encuentran los relaves mineros de las regiones del norte afectadas por el mal tiempo y advirtieron sobre la necesidad de adoptar medidas para evitar la ocurrencia de un desastre ambiental. Mencionaron específicamente los relaves de Paipote y Potrerillos –los más importantes- pero además a todos los pertenecientes a la minería privada.
Hasta el momento ni siquiera en el Sernageomin existe información sustantiva que pueda tranquilizar a la población respecto a los pasivos mineros o tranques de relaves. En el último informe de este 26 de marzo titulado “Actualización de la situación de los depósitos de relaves de las regiones de Atacama y Coquimbo”, identifican nueve depósitos en estado “crítico”, sin embargo “la información disponible a la fecha indica que ellos resistieron el temporal”, pero agrega que “sus condiciones de seguridad deberán ser evaluadas una vez superada la emergencia”.
Los nueve depósitos en cuestión son: Tranque El Gato ubicado a la entrada de la quebrada Paipote ; Tranque III Planta Matta de ENAMI, ubicada en la entrada de Quebrada Paipote ; Los depósitos de relaves de Tierra Amarilla; Tranque Coemin (Mina Carola, Tierra Amarilla) ; Tranque de Relave de Mina Candelaria; Tranque Las Cruces de Minera Pucobre ; Relaves abandonados de Hoschild, en la ciudad de Copiapó; Depósitos de Lamas Minera Caserones, ubicado en la cabecera de la cuenca del río Copiapó; y Tranque Relave Planta Enami Vallenar.
En dicho documento también se da cuenta de que Codelco informó a Sernageomin que, en el caso del aluvión ocurrido en el Río Salado que afectó a la ciudad de Diego de Almagro, el pueblo de El Salado y la ciudad de Chañaral, el depósito de relaves Pampa Austral de la minera estatal en su división Salvador, está funcionando normalmente, descartando el posible colapso de dicho tranque.
Sin embargo, un libro titulado “La muerte gris de Chañaral” da cuenta de que Chañaral está completamente contaminado con relaves tóxicos. Recuérdase el ridículo piquero del ex Presidente Ricardo Lagos en la playa de Chañaral a modo de propaganda para aplacar las denuncias contra la minera estatal.
En la región de Coquimbo, Sernageomin informó que “En el último informe de este 26 de marzo titulado “Actualización de la situación de los depósitos de relaves de las regiones de Atacama y Coquimbo” podemos indicar que no hay depósitos de relaves dañados por el temporal en esta región. Esta situación fue confirmada por un sobrevuelo”, descartando las denuncias sobre los depósitos ubicados en la localidad de Quebrada Marquesa, tributaria del río Elqui, y aquellos ubicados en la cabecera de la quebrada de Los Choros.
Sin embargo, hay voces desde el Valle del Elqui que dicen todo lo contrario. Así lo aseguran desde el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), quienes en voz de su director, Lucio Cuenca expresan que “de acuerdo a denuncias que ha hecho la gente se registra una bajada de un relave en una quebrada en el valle del Elqui que es una de las zonas afectadas de una mina que está en la quebrada La Marquesa, donde hay videos que muestran cómo directamente los relaves están fluyendo por los cursos de aguas superficiales y eso llega al río Elqui, que luego se forma en el río desde donde se saca el agua potable para La Serena”.
Cuenca agregó a Radio Universidad de Chile que los tranques de relave “se transforman hoy día en un peligro muy importante por la contaminación que generan, por el impacto local que generan a partir del polvo, la contaminación de agua, pero también por el riesgo que representan al venirse abajo y al aportar material sólido en estos aludes, en estas bajadas, en esta remoción en masa que se produce a partir de estos eventos climáticos”.
En el mismo sentido, Luis Escobar, representante del Consejo de Políticas de Infraestructura, expresó que nuestro país “es minero hace mucho más de cien años, y está lleno de relaves. Algunos relaves son muy antiguos, no están debidamente impermeabilizados, otros están en zonas de riesgo. Espero que no sea cierto de que el agua de los relaves está corriendo por las calles de las ciudades y pueblos del norte, sería horroroso porque eso es altamente contaminante, es veneno puro y ese es un pasivo ambiental con el cual vamos a vivir por cientos de años”, dijo a Radio Universidad de Chile.
Nueve tranques en “Colapso Parcial”
La primera noche del temporal que se ha vivido en el norte del país, el miércoles 25 de marzo, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) publicó el Informe N°2, Por afectación de lluvias y aluviones en zona norte del país, donde detalla los tranques y relaves de la región de Atacama, indicando los depósitos, el peligro asociado y las medidas de control. En dicho documento se detalla que entonces ya existía un “colapso parcial por erosión fluvial del pie” en el caso de los Relaves Hoschild en el centro de Copiapó. En otros ocho depósitos manifestaba que existía un “colapso parcial” siendo ellos: El Gato, Planta Matta-Enami, Tranque relave Candelaria, Tranque Mina Carola, Las Cruces (Pucobre), Depósitos de Llamas Caserones, Tranques Sector Tierra Amarilla, Tranque Relave Vallenar.
Sin embargo, en Chile existen más de 450 tranques de relave catastrados por el Sernageomin y que están detallados en el oficio N°00264 del 13 de enero de 2011 (sin embargo, al 2013 esa lista superaba los 500). En la región de Antofagasta hay 14 activos y ocho no activos; en Atacama 45 activos y 72 no activos; 39 activos en Coquimbo y 166 no activos; en la zona central 24 activos y 75 no activos. Sumando en las 15 regiones un total de 126 faenas activas y 324 no activas.
Este documento fue solicitado por la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados sobre Depósitos de Relaves Mineros. Sin embargo, fue a través de la investigación de CNN y Ciper, liderada por la periodista Carola Fuentes, que este documento vio la luz, cuando fue solicitado a través de Ley de Transparencia. Pues, pese a haber sido solicitado por el Parlamento, Pablo Wagner, ex subsecretario de minería, actualmente procesado por la justicia, mantuvo el documento en las dependencias del Ministerio, tal como relata Ciper. Descargue el documento aquí
Los 14 pasivos ambientales mineros más peligrosos
En dicho documento se relata que durante el año 2009 y el 2010 se realizaron 16 evaluaciones, de las cuales solo 14 fueron consideradas como pasivo ambiental minero y con “un riesgo significativo para la vida o salud de las personas, o para el medio ambiente”.
Entre ellas, una de las que más preocupa tras la catástrofe natural que se vive en Atacama, sería la Planta Ojancos, una “faena abandonada ubicada casi en el centro de la ciudad de Copiapó, paralela al río, y el polvillo de sus tranques invade barrios como El Palomar y Rosario. Para los evaluadores de Sernageomin, sin embargo, el mayor peligro es que esos tranques colapsen y se produzca una “liberación violenta” de relaves, con consecuencias “catastróficas”. Ojancos pertenece a la Compañía Minera y Comercial Sali Hochschild S.A. y fue evaluada en octubre de 2010”. Se puede revisar el mapa en este link donde también pueden encontrar las otras faenas analizadas.
Tal como narra Ciper, en 1994 el gobierno regional firmó un protocolo de acuerdo con Sali Hochschild para que se hiciera cargo de los desechos acumulados por décadas. Pero la minera se declaró en quiebra tres años más tarde, dejando la planta abandonada y el acopio de mineral intacto. La empresa ha dicho que el compromiso sólo era cerrar y lo hicieron aún antes del plazo. En esa época, Hernán Hochschild era presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami). Al mismo tiempo, la planta de su familia permanecía abandonada y estaba hipotecada a nombre de Enami, pues acumulaba deudas por tres millones de dólares con la firma estatal, en la que la Sonami tenía representación en el directorio.
Un informe realizado por ProAmbiente calculó que dicho depósito cotiene al menos unos 3,7 millones de toneladas de relave tóxico. ¿Qué pasó con ellos tras la lluvia? Hasta el momento no existe información. Más información aquí
En tanto, en Antofagasta se identificó en dicho en ese oficio del 13 de enero de 2011 la Faena Minera Incomin. En su entorno hay casas (a 150 metros) y áreas verdes (10 metros). En su evaluación, relata Ciper, los expertos identifican dos riesgos de contaminación que podrían tener consecuencias “moderadas”: que se produzca una “infiltración de drenaje”, lo que podría contaminar los recursos hídricos subterráneos, “afectando personas, medio ambiente o actividades económicas”. También se alerta sobre los efectos que la movilización de material particulado puede tener en la salud de las personas, el medio ambiente y las actividades económicas. La faena Incomin es propiedad de Enami y fue evaluada en Noviembre de 2009.
En Taltal está la Mina Montecristo. Uno de sus botaderos está a 12 kilómetros de la carretera que une Paposo, Antofagasta y Tal Tal. Los evaluadores, relata Ciper, identifican riesgos severos en materia de seguridad, y con probabilidades medias de ocurrir: que falle el talud (la parte inclinada del muro) de los botaderos; o que colapsen otros sectores de la faena, con consecuencias graves para las personas y el medio ambiente. Según el Sernageomin esta faena está “abandonada”. Sin embargo, a fines de febrero, tras un accidente ocurrido en las cercanías del lugar, el seremi de Minería de Antofagasta, Rodrigo Mendiburu, denunció que la faena estaba operando pese a que “no tenía permiso para funcionar”. La faena es propiedad de Eulogio Gordon y fue evaluada en octubre de 2010.
Las autoridades saben de este peligro latente desde al menos, el año 2010. Cinco años después siguen escondiendo los depósitos mineros sobre la salud de la población y la naturaleza. Por lo pronto, solo la comunidad organizada podrá identificar la contaminación y evitar dañar su propia salud.
Recuerde que estos metales pesados se acumulan y la salud se deteriora en el largo plazo.
Si tiene información para compartir respecto a posible contaminación en su territorio escríbanos a semillasdeagua@gmai.com
Fuente: Semillas de Agua