Colibrí, gato Baltazar y Guardián de Semillas
Dan vida a esta obra por las
Fuentes vitales que merecen y requieren el cuidado y respeto de todos,
Tanto en Santiago como en el mundo
Este es un mural que quiere expresar la vigencia y relevancia de la biodiversidad en lo que somos a diario, tanto en lo que comemos como en lo que respiramos. Las semillas, por una parte, son la materia prima del patrimonio natural, son el legado de siglos de historia traspasados a través del cultivo para la alimentación de todos. Su resguardo es de vital importancia no sólo para nosotros, sino que para las futuras generaciones. La ley de obtentores vegetales, que se tramita en el congreso, vulnera los derechos de quienes han cultivado por generaciones este legado natural, intentando poner patentes al registro de semillas para así obtener derechos comerciales sobre ellas.
Los bosques, a su vez, sobretodo siendo el caso de un bosque nativo urbano, aportan absorción de CO2, lo que purifica el aire y regula las temperaturas; también mitiga los efectos producidos por desastres naturales y el cambio climático. La planificación urbana vigente permite que proyectos inmobiliarios destruyan el bosque nativo para construir condominios. Son 180 hectáreas de bosque nativo urbano en el Pie de Monte Andino de Santiago, en la comuna de La Florida, las que están bajo amenaza. Por eso quisimos resumir este enunciado en el pequeño cartel-decreto que indica el ingreso a la Reserva Natural de Bosque Nativo Panul, un parque comunitario para todos.
El diseño de esta obra fue creado por Claudia Arriagada y Marco Ripetti, con la colaboración de Leyla Sánchez, Franco Ripetti, Marcelo León y la señora María Teresa, de la verdulería 9 norte, en la Villa Santa Carolina de Macul.
Fuente: revistaGuajira