Semillas de Agua desde los estudios de la resistencia
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Tras la masacre en Gaza se refuerza fuertemente la legitimidad de la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) en todo el mundo. Israel se ha convertido en lo que es, a saber, un Estado delincuente, que viola y pisotea brutalmente el derecho internacional y los fundamentos de los derechos humanos.
La campaña BDS no se lleva a cabo sólo por activistas que solidarizan con Palestina, buscando castigar a Israel. También se está llevando a cabo por empresas y canales de distribución que, por diversas razones, están involucradas en esta campaña. El diario francés Libération dedicó recientemente un artículo al tema, señalando que “El (BDS) parece haberse extendido en los últimos meses, sobre todo porque varias iniciativas son de una magnitud diferente a los de la campaña BDS”. Y recuerdan que varios países europeos fueron advertidos por invertir en los asentamientos israelíes. Mejor aún, la Unión Europea prohibió durante varios meses la importación de aves de corral y los productos lácteos de los asentamientos israelíes, supuestamente a causa de las directrices generales que no se dirigen específicamente al estado hebreo.
El ministro de Finanzas israelí, Yair Lapid, calcula que la economía israelí perdió y podría perder una cantidad sustancial debido al BDS. Es más, Oron Ziv, representante de una empresa israelí para la exportación de frutas y verduras, BeFresh, es categórico: “La situación realmente afecta nuestro negocio. Recibimos cancelaciones de pedidos. Nuestros clientes parecen mantener un perfil bajo y esperar hasta que la tensión baje”.
En el contexto de la permanente agresión de Israel contra Gaza tiene que dar nueva vida al BDS en todo el mundo. Las organizaciones y movimientos que dicen apoyar los derechos nacionales del pueblo palestino deben aprovechar la oportunidad para animar y sancionar a Israel por sus crímenes. En particular, los activistas deben presionar a sus respectivos gobiernos para inducir tribunales internacionales para investigar la masacre y, si es necesario, llevar a los líderes israelíes ante la Corte Penal Internacional. Este fue el caso de la antigua Yugoslavia. La impunidad de los crímenes israelíes contra el pueblo palestino no se pueden permitir.
Fuente: Alternative News
Traducción: Semillas de Agua